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Sin frascos ni líquidos, este feto se conserva en excelentes condiciones al aire libre, gracias a la plastinación. Herbert ARLEY / Al Día
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Uso múltiple del plástico
Redacción / Al Día
Dos ambiciosas iniciativas tecnológicas de nuestro país, están directamente relacionadas con el uso del plástico: la plastinación y la plasticultura.
El Primer Centro Tecnológico de Plastinación abrió sus puertas ayer en el auditorio de la Universidad Latina de Costa Rica.
Ahí se llevará acabo un procedimiento en el que se enlazan la anatomía y la química de los plásticos. Al mezclar en forma específica este material, se consigue conservar de una manera “extraordinariamente duradera y natural tejidos aislados y órganos de fallecidos”, aseguraron los organizadores en un comunicado de prensa.
Asimismo, agregan que los preparados plásticos son no solo “interesantes para la investigación y la enseñanza –especialmente en la medicina– sino que también en las demás ciencias biológicas; por otra parte, permiten a cualquier persona una comprensión más profunda y más real de su propia existencia corporal!”, mediante la mejor conservación y acceso a órganos y tejidos.
Para los promotores de esta idea, avalada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la introducción de plastinación como método para conservar “ha marcado el reinicio de una nueva era para la investigación y la docencia”.
Las características más sobresalientes son que no tiene olor, conserva el relieve superficial natural de los tejidos y se puede mantener bajo condiciones ambientales normales.
En el agro
La semana pasada, se llevó a cabo el V Congreso Iberoamericano de Agroplasticultura, en el Hotel Corobicí.
“El objetivo de esta actividad es dar a conocer a los asistentes las experiencias de diseño, construcción y manejo agro climático de invernaderos, las últimas investigaciones en el campo de la fitopatología y de la ciencia del suelo y presentar los avances obtenidos en Costa Rica y en los países Iberoamericanos presentes”, dijo Fernando Gutiérrez, Ministro de Ciencia y Tecnología, quien participó en el Congreso.
“La Plasticultura parece sencilla, pero tiene sus detalles, como la porosidad de los plásticos que se usan, el tipo de nutrientes que se aplican a los cultivos, el ambiente, la luz, el calor la infraestructura en general”, agregó.
El MICIT asegura que desde el 2000, los pequeños productores de chile y tomate de las comunidades de Santa Elena y Quebrada Bonita de Nicoya, utilizan invernaderos para mejorar sus cultivos.
“Con este tipo de cultivo que se desarrolla en ‘ambientes controlados’ podemos inferir sobre las ofertas y las demandas de algunos productos, obteniendo una estabilidad de precios y de producción en el mercado mejor, dependiendo de las épocas de cultivo.
Es una alternativa más para el sector agropecuario para mejorar la productividad y competitividad del país en ese campo”, explicó Gutiérrez.
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